Desde hace más de tres décadas (30 años), Gerardo Ruvalcaba, mejor conocido como “El Kikolo”, inició en la reparación de motocicletas, inició el oficio de tu tío en un improvisado taller instalado en el patio de la vivienda de su abuela.
A la par de que crecía su conocimiento en la reparación de estos vehículos motorizados de dos ruedas, crecía su amor por los mismos.
Poco a poco fue creciendo su oficio hasta llegar el momento de independizarse e iniciar por su cuenta con su propio taller, el cual llevó por nombre su apodo “El Kikolo”.
Perfeccionó su técnica, armó un equipo de trabajo y sobre todo se esmeró en ofrecer el mejor servicio a sus clientes, tratando siempre de brindar su atención oportuna, convirtiéndose en un referente en la reparación de motocicletas.
Fue la noche del martes, y madrugada del miércoles que el destino de su negocio dio un giro inesperado, un incendio acabó con todo el patrimonio que había construido durante años.
El saldo del paso del voraz incendio fue de cincuenta motocicletas incineradas, unidades que tenía ahí bajo su resguardo, algunas reparadas y otras que estaban a la espera de ser atendidas.
Junto con ellas su vehículo, y también la estructura de su casa, que es donde tenía su afamado taller.
Hoy, aunque Kikolo no lo ha pedido, sus amigos, clientes y familia, lo ha hecho por el, y hacen un llamado a la solidaridad para brindar ayuda económica a un hombre trabajador y que por muchos años se ha enfocado en servir.
Si tú quieres apoyar a Gerardo puedes hacerlo mediante la cuenta de su esposa, Romana García, en BBVA, con número 4152 3140 0939 4977, ¡Apoyemos a Kikolo!