Diputadas y diputados del Congreso del Estado de Sinaloa aprobaron por unanimidad minuta del Senado de la República que reforma al artículo 28 de la Constitución Política de México, para que el Estado retome el control de las vías ferroviarias, específicamente para la prestación del servicio de pasajeros, algo que había sido descuidado desde la privatización del sector en los años noventa.
Con esta modificación se reforma el párrafo cuarto y se adiciona un párrafo quinto al citado artículo constitucional.
La reforma aprobada establece que “no constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las siguientes áreas estratégicas: correos, telégrafos y radiotelegrafía; minerales radiactivos y generación de energía nuclear; la planeación y el control del sistema eléctrico nacional, así como el servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica, la exploración y extracción del petróleo y de los demás hidrocarburos, en los términos de los párrafos sexto y séptimo del artículo 27 de esta Constitución, respectivamente, así como las actividades que expresamente señalen las leyes que expida el Congreso de la Unión. La comunicación vía satélite y los ferrocarriles, tanto para transporte de pasajeros como de carga, son áreas prioritarias para el desarrollo nacional en los términos del artículo 25 de esta Constitución; el Estado al ejercer en ellas su rectoría, protegerá la seguridad y la soberanía de la Nación, y al otorgar asignaciones, concesiones o permisos mantendrá o establecerá el dominio de las respectivas vías de comunicación de acuerdo con las leyes de la materia”.
En los considerandos se señala que México cuenta con una de las redes ferroviarias más grandes del mundo, factor que ayudará a mitigar las perturbaciones ecológicas y los impactos en la salud de las personas que provocan otros sistemas de transporte.
También se reconoce que actualmente sólo 0.9 por ciento de los desplazamientos nacionales de pasajeros se realizan a través de trenes, lo que refleja una “subutilización” de la infraestructura ferroviaria.
Es por ello, que la reforma está encaminada a utilizar los más de 27 mil kilómetros de vías férreas que existen, para generar una alternativa sostenible, accesible y eficiente de transporte, frente al uso de carreteras.
Al ampliar el acceso de transporte, se garantizará a las comunidades, regiones remotas y marginadas del país su derecho a la movilidad y, por ende, se integrarán a la economía nacional, porque estarán conectadas con centros industriales y comerciales de relevancia.
La reforma aprobada por el Senado de la República, por proponer cambios a la Constitución Política de México, también debe ser aprobada por la mayoría de los Congresos locales, razón por la cual en la Sesión Ordinaria de este jueves se aprobó en el Poder Legislativo de Sinaloa.