Con el propósito de fortalecer la atención a mujeres víctimas de violencia y promover una actuación policial con perspectiva de género, el Gobierno Municipal de Escuinapa, a través de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, gestionó ante la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Sinaloa una capacitación especializada para sus elementos operativos.
Los cursos son impartidos por personal de la Unidad Especializada para la Prevención de la Violencia Intrafamiliar y de Género (UNIPREVIF) de Mazatlán, y dieron inicio este fin de semana. En la primera sesión, el comandante José Francisco Brion González abordó temas clave como los tipos de violencia contra las mujeres, las rutas de atención, los protocolos para brindar acompañamiento y el enfoque integral que deben adoptar los cuerpos policiales.
Durante la inauguración, la secretaria del Ayuntamiento, Araceli Margarita Ibarra Rojas, en representación del alcalde Víctor Díaz Simental, reconoció la importancia de este tipo de acciones y destacó el compromiso institucional.
“La violencia contra las mujeres no es un tema privado, es un tema de seguridad y justicia social que requiere nuestro máximo compromiso. Hoy representa un paso muy importante hacia un Escuinapa más seguro y más igualitario. Por ello, los invito a que aprovechen al máximo esta capacitación y adquieran todas las herramientas necesarias que aquí les estarán brindando”, expresó la secretaria del Ayuntamiento.
Por su parte, el director de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, Hilario Javier Martínez Gómez, subrayó que la capacitación es clave para mejorar la capacidad de respuesta de sus elementos ante los casos de violencia de género. Añadió que por esta razón se gestionó ante las autoridades estatales la impartición de estos cursos, que se desarrollarán durante los días viernes y sábado.
Durante la jornada, que tuvo una duración de tres horas, los elementos de seguridad participaron de manera activa, interactuaron con el expositor, despejaron dudas y reforzaron sus conocimientos en torno a las buenas prácticas para la atención de mujeres en situación de violencia, fortaleciendo así su capacidad para brindar un servicio más humano, profesional y con perspectiva de género.